En su libro El diseño en la vida cotidiana, John Heskett hace un subrayado. Advierte que el destacado puede parecer obvio, pero también indica que vale la pena decirlo. Las formas y estructuras del mundo inmediato que habitamos son indiscutiblemente resultado del diseño humano, afirma. Y avanza: los diseños no están determinados por los procesos tecnológicos, las estructuras sociales, los sistemas económicos u otra fuente objetiva, son, por el contrario, el resultado de las decisiones y opciones de los seres humanos. Allí las soluciones como respuestas a necesidades.
Sin embargo observamos, en cualquier caso, que la relación necesidad-solución forma parte de una cadena causal. Una trama signada por los procesos tecnológicos, las estructuras sociales y los sistemas económicos.