martes, 16 de diciembre de 2014

Montaje sonoro

Cuando percibimos un sonido -ruido, diálogo, música- nuestro campo de audición lo integra al grupo de lo que estamos percibiendo, nuestra audición es sensible a estímulos multidireccionales, por lo cual no se debe confundir el concepto de montaje sonoro con el proceso de montaje -cortado y pegado- de imágenes.
Diversas continuidades se dan entre imágenes y sonidos.
Noël Burch ha planteado el tema del montaje sonoro analizando el manejo del espacio-tiempo desde la integración entre sonido e imagen, se ha referido a las variables de alejamiento del "tema" visual respecto del acercamiento del "tema" sonoro -y viceversa- (recurrente es el ejemplo del niño que patea la pelota y sin cambiar de toma, la cámara mantiene su plano mientras percibimos la ruptura de un vidrio).
Si sobre este tema miramos los textos de Michel Chion, veremos el sentido unificador que sus estudios le atribuyen al sonido. El sonido, señala, puede reunir todas las imágenes en un mismo espacio (con las funciones de puntuación, separación y anticipación, el autor completa un grupo de competencias básicas). Asimismo, el planteo que hiciera Burch sobre proximidad y lejanía podría ser revisado desde lo que Chion llama imagen-peso del sonido (ver el ejemplo de la mosca cuando se refiere a escala).
El ejercicio más útil para comprender estas cuestiones es tomar una escena de un film, visualizarla y detectar los recursos con los cuales se resolvió la banda sonora. A propósito de este tema, en las clases teóricas hemos analizado, por ejemplo, la secuencia inicial de los films La cosa de John Carpenter y Cabaret de Bob Fosse; escenas de El bueno, el malo y el feo de Sergio Leone y de Cartas de Iwo Shima de Clint Eastwood, entre otras.